jueves, 1 de diciembre de 2011

El juego de cintura de Chaquira


Después de kilómetros de difícil recorrido por caminos de tierra en el Departamento de Caazapa en Paraguay, encontramos dos pueblos que atraviesan diariamente difíciles retos: Chaquira y Aba'i. Totalmente distanciados de la urbanidad, buscan estrategias para sobrevivir o en simples palabras poner en la mesa el pan de cada día.
El día a día es muy pesado para los jefes de familia en Chaquira. A las 4:00 comienza su jornada, en donde el padre ya va a trabajar al campo y la madre le prepara el desayuno. Su dieta diaria se basa en una hortaliza llamada “mandioca” y maíz. Los miembros de la comunidad necesitan una desgranadora para poder trabajar con más rapidez.
Aquí es donde aparece el juego de cintura que se menciona en el título: la madre se encarga de criar a los hijos y realizar los quehaceres diarios con el telón de la pobreza siempre presente. La astucia y la habilidad de trabajo para sobrellevar los problemas juegan un papel muy importante.
Cada familia tiene más de cinco hijos. Estás familias solían tener una asistencia económica del estado, que las mismas lo utilizaban para la educación de sus hijos. Hace seis meses no reciben más esta ayuda, consecuentemente hubo días que dejaron de comer. Este subsidio es solo de US$ 30.
Lo poco que cultivan no siempre lo consumen, la mayoría de veces lo tienen que vender para pagar los estudios de sus hijos, a causa de eso dejan de comer para enviar a sus hijos a las escuelas. Todos los días los niños caminan 5 kilómetros para ir a la escuela. La mayoría de los jóvenes terminan el sexto grado, pero pocos el colegio. Anhelan la posibilidad de que sus hijos accedan a la universidad.
Los habitantes de este pueblo pueden alimentarse diariamente gracias a la asistencia técnica que recibieron por parte de la ONG Acción Contra el Hambre y el Ministerio de Agricultura y Ganadería. “Mediante esta organización, estamos saliendo adelante”, recalcó una madre de familia.

1 comentario:

  1. Ánimo a todos en este proyecto. Un abrazo desde Barcelona.

    Jon

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